EL PODER MÁS SUBESTIMADO

Norma Cerros
4 min readFeb 20, 2020

En distintos foros he escuchado preguntas genuinas y cuestionamientos tendenciosos al respecto de qué sentido tiene, de qué va a servir que las mujeres salgamos a manifestarnos el próximo 08 de marzo y de que el 09 de marzo paremos labores y dejemos de consumir y de comprar, y hagamos sentir nuestra ausencia en la escuela, el trabajo pagado y en el no pagado.

Más allá de demostrar al gobierno nuestro enojo y nuestro hartazgo frente a la situación de violencia generalizada que estamos viviendo en México y nuestra solidaridad con las familias de las víctimas, estoy convencida de que existe la posibilidad de que la manifestación y paro nacional del grueso de las mujeres tenga un impacto directo en movilizar a la sociedad, la iniciativa privada, el gobierno y al país entero, y detonar soluciones integrales e inmediatas para acabar con la violencia de género en nuestro país. Les comparto mi análisis al respecto:

· En México más del 75% del trabajo no pagado (cuidados a niños y adultos, limpieza y administración del hogar, hacer de comer, hacer la despensa, recoger la tintorería, etc.) es realizado por mujeres; esto equivale a que la mujer tenga que dedicar 373 minutos al día a estas tareas, mientras que el hombre solo dedica 112 minutos (datos de 2014).

· Si se pagara por ese trabajo de cuidados que realizamos las mujeres, equivaldría a casi la cuarta parte del Producto Interno Bruto en México, más que lo que producen la industria manufacturera (17%), la de servicios inmobiliarios y de alquiler (10%), la de transporte, correos y almacenamiento (6%), la de la construcción (8%), y la de servicio educativos (4%).

· De ese tamaño es la aportación que hacemos las mujeres al país, pero como el estereotipo y los roles de género establecen que “son las mujeres las que se deben hacer cargo de ello”, es un trabajo que no es reconocido ni valorado.

· El desempeñar la mayor parte del trabajo no pagado no solo nos quita tiempo que podemos dedicar al trabajo pagado y genera que las mujeres terminen ganando menos que los hombres (brecha salarial de género), sino que perpetúa el estereotipo de que el lugar de las mujeres está en la casa, en lo privado, haciendo el trabajo que no se ve y que no se valora más que el 10 de mayo; y que es al hombre a quien le corresponde la esfera de lo público, la participación en la economía, y el ejercer el poder.

· Esto contribuye en turno al continuo de violencia en contra de la mujer pues, explicado de manera muy superficial, al “salirse” la mujer de los confines del estereotipo de género, de lo que “le corresponde” hacer (lo privado, los cuidados de la casa y de los hijos, ser femenina y buena gente, pero no líder ni mandona), esto es interpretado por el inconsciente colectivo del hombre como una amenaza al poder que ostenta y al espacio que ocupa, y su respuesta primaria es la violencia, en sus distintas formas (ver Continuo de Violencia).

· Aunado a esto, y pese a no tener igualdad de acceso al trabajo pagado (apenas 45–47% de las mujeres en edad para trabajar tienen acceso a ello, vs. 79.8% — 82% de los hombres, según el indicador que se tome en cuenta), las mujeres somos quienes ejercemos más del 75% de las decisiones de compra del hogar, las que decidimos que si y que no se compra para la casa.

El PODER MÁS SUBESTIMADO DE LAS MUJERES está en CREÉRNOSLA, creer en el poder de nuestra unión para ejercer presión, hacer valer nuestro trabajo y nuestra aportación a la economía y el desarrollo del país.

¿Te imaginas lo que podríamos lograr juntas si por un día dejamos de cuidar de otros y dejamos ver la fuerza de nuestro poder adquisitivo?

¿Te imaginas a las empresas reconociendo — por fin — a los empleados y empleadas como seres humanos con necesidades de cuidar de otros? Estableciendo guarderías en las instalaciones de las empresas, brindando licencia parental para hombres y mujeres en igualdad de circunstancias, y brindando igualdad de oportunidades a las mujeres en el trabajo.

¿Te imaginas a la sociedad reconociendo el valor del trabajo no pagado y a los hombres participando equitativamente en el trabajo de cuidados?

¿Te imaginas al gobierno reconociendo — por pinches fin — a la desigualdad de género como el problema sistémico de que se trata y empezando a generar soluciones integrales e inmediatas?

Yo si me lo imagino, solo falta que tu también lo creas posible.

#Esmomento #Undíasinmujeres #Undíasinnosotras #El9ningunasemueve #Womerang #Niunamás #Méxicofeminicida #Sevaacaer #Díainternacionaldelamujer #8M

--

--

Norma Cerros
0 Followers

Norma Cerros es abogada y Cónsul Honoraria de Suecia en Nuevo León y Coahuila. Es directora de Womerang, A.C., esposa de Daniel y mamá de Héctor, Ian y Óscar.